Cafetín de mala muerte te encontré aquella tarde
Te veías tan radiante y te escuchabas tan elocuente
Que creí que en un instante se borraba nuestra mala historia
Y se impregnaba en la memoria, aquella dicha que murió
Cafetín de la mala muerte te miré con gran ternura
Como quien no tiene duda, ni amargura de clase alguna
Y creí que en un instante se borraba nuestra mala historia
Y se impregnaba en la memoria, aquella dicha que murió
Y creí que en un instante se borraba nuestra mala historia
Y se impregnaba en la memoria, aquella dicha que murió
Aquella dicha que murió, aquella dicha que murió